Reflexión Bicentenario

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Doscientos años de nuestra independencia celebramos

y aún se preguntan si debemos o no festejarlos,

que llegamos de diferentes crisis mundiales y locales

hacen que esta fecha tan importante sea muy poco memorable.

 

Pero al igual que en la declaración de independencia

proclamada por San Martín,

nuestra gente festejaba

sabiendo que la guerra no llegaba a su fin,

pues tenían en su mente un futuro prometedor

con bases en la igualdad, la fuerza y el honor.

 

Me gustaría preguntar:

 de toda nuestra historia

¿Qué podemos rescatar?

 ¿Qué nos motiva a avanzar?

¿Es acaso el ejemplo de nuestros héroes

que murieron para darnos una oportunidad,

o la enseñanza que dejaron las batallas libradas

con los caídos en diversos combates

cuyos nombres no son para muchos relevantes?

 

Lo que sí es seguro es que luego de doscientos años

el peruano conserva esa energía firme y constante,

esa fuerza y fe inquebrantable que nos hacen seres admirables,

ese orgullo ancestral que hace nuestra sangre especial,

esa energía milenaria que nos hace suspirar

por haber nacido en este hermoso lugar,

donde costa, sierra y selva

parece que de un cuento de hadas saliera

y donde la creatividad brota en todos por igual.

 

Ahora piensa: ¿Acaso Perú no es un fantástico lugar?

capaz de enamorar al más exigente comensal,

donde encontrarás mitos y leyendas difíciles de igualar.

Y del fútbol porque no hablar

si perdiendo o ganando

igual seguimos siendo hermanos,

pues somos tus hijos y nos uniremos

y así triunfaremos “contigo Perú”.

 

Dime ¿Qué más te puedo hacer recordar?

 reservas naturales envidiables,

microclimas para una industria agrícola incomparable,

el Machu Picchu en Cuzco

como una de las maravillas que debemos visitar,

en Arequipa el Valle del Colca

viendo al majestuoso cóndor sus alas alzar,

quizá atreverse a escalar a lo más alto de Huaraz,

vivir en lo verde y natural que solo Iquitos nos puede dar,

aventurarnos a recorrer el lago Titicaca conociendo Puno y Juliaca,

conocer Paracas o maravillarnos con las enigmáticas líneas de Nazca,

pasar una noche en la heroica Tacna.

 

Sé que en cada lugar hay mucho por resaltar

y sé que muchas cosas puedes identificar,

pues hasta en los pueblos más pequeños y alejados

encontraras familias que te harán sentir orgulloso de tu legado,

y aunque no hables quechua o aymara

sentirás como con cada palabra

una historia de vida es narrada.

Es momento de enamorarnos de lo nuestro

pues el mundo ya se adelantó

apreciando cada parte de nuestro folclor.

 

Los peruanos siempre vemos hacia adelante

estoy seguro que eso ya lo notaste,

pero ¿Qué Perú deseas de aquí en adelante?

Será un Perú con oportunidades en economía, deporte y arte,

o un Perú con valores, justicia y educación constante,

quizá un Perú capaz de competir a nivel internacional,

yo imagino un Perú como potencia mundial,

pues confió en la calidad de su gente

y sé que me dirán iluso o soñador

pero siempre espero del resto lo mejor.

 

Todo esto sale de mi corazón

y siento que el bicentenario

si es una fecha de conmemoración

que a pesar de las dificultades

podemos avanzar todos como iguales

creando un futuro admirable.

 

Es la hora de actuar sin temor a fracasar

ya que tenemos el mundo por conquistar

y no hay excusa que nos pueda alcanzar,

siente esa energía vital, ese legado milenario

que tus ancestros te han otorgado.

 

¡Felices fiestas a todos los peruanos!

y a todos aquellos extranjeros

que de nuestro país se han enamorado

¡Que viva el Perú mis hermanos!

 

(www.perupostbicentenario.com)

 

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