Cofide: autonomía financiera impulsa los emprendimientos rurales [Entrevista]

Con programa Prider busca promover la inclusión en zonas rurales

Por Sonia Dominguez de Agencia Andina

El principal objetivo del Programa Inclusivo de Desarrollo Empresarial Rural (Prider) es favorecer la inclusión financiera generando bases para el desarrollo de diversas actividades económicas en las zonas más alejadas del país, además de contribuir con la reducción de la pobreza.

Para conocer más de esta iniciativa el Suplemento Económika del Diario El Peruano, conversó con el subgerente de Inclusión Financiera de Cofide Manuel Layseca. 
 
¿Por qué se hace necesario iniciativas como el Programa Inclusivo de Desarrollo Empresarial Rural (Prider)?
 
El Prider es un programa de inclusión financiera a la vena. Sabemos que hay una disparidad entre la cobertura de la oferta financiera en áreas urbanas y rurales de nuestro país, y que además en los entornos rurales la infraestructura es deficiente, la conectividad es limitada y la oferta financiera es escasa, con apenas 10% de concentración de canales de atención. 
 
Aunque el mercado financiero rural ha empezado a desarrollarse, aún persisten barreras que frenan el acceso y la construcción de la infraestructura necesaria. 
 
Alrededor del 64% de personas de zonas rurales no puede acceder a servicios financieros esenciales como las cuentas de ahorro y los créditos para financiar sus actividades personales y productivas.
 
 
Respondiendo a estas necesidades, surgió desde Cofide hace más de 18 años el Prider, una iniciativa que promueve la cultura de ahorro y que contribuye a cerrar la brecha económica en estas comunidades. Este programa ayuda a reducir riesgos y vulnerabilidades mientras desarrolla habilidades para la gestión autónoma de los recursos financieros de sus beneficiarios. Operando local y comunitariamente, el Prider no solo llena el vacío dejado por la falta de infraestructura financiera formal, sino que también se adapta a las características particulares de las zonas rurales, redefiniendo la educación financiera a través de componentes educativos y de soporte incorporados en su proceso de intervención.
 
¿Cuáles han sido los principales logros desde su implementación?
 
El Prider es un programa enfocado en la alfabetización financiera y apoyo al desarrollo productivo de grupos denominados Uniones de Crédito y Ahorro (Unica), los cuales son integrados por miembros de comunidades rurales, y su creación se basa en el principio de asociatividad y la confianza entre sus integrantes, con el fin de brindar oportunidades de desarrollo económico y productivo a sus asociados y, así, mejorar su calidad de vida. 
 
Desde su implementación, el Prider de Cofide ha logrado formar 1,789 Unica en 14 regiones del país (Tumbes, Piura, Lambayeque, Amazonas, Cajamarca, San Martin, Loreto, Ucayali, Huánuco, Ancash, Ica, Ayacucho, Moquegua y Puno), las mismas que han logrado acumular más de 56 millones de soles de capital social, cifra que ha permitido apalancar préstamos por más de 378 millones de soles. 
 
A lo largo de los años, hemos visto cientos de historias de éxito de socios de las Unica que, gracias al ahorro y acceso a estos microcréditos, desarrollan sus propios emprendimientos, como el caso de Vilma Soto de la Unica Jehová es mi Luz, de Cajamarca, quien gracias a los créditos de la Unica abrió un ‘carwash’ que no solo le permite dar mejor calidad de vida a su familia, sino que da empleo a tres mujeres. 
 

 
 
Otro gran logro del programa es el empoderamiento de la mujer rural. El Prider potencia el empoderamiento de las mujeres, brindándoles independencia económica y oportunidades equitativas de liderazgo en su comunidad, y es algo que se nota en las cifras: el 60% de los socios son mujeres, y el 50% de cargos directivos de las Unica son ocupados por mujeres.
 
¿Qué metas tienen para el cierre de este año?
 
Se espera para este año cumplir con la meta de generar 80 nuevas Unica en 10 regiones, llegando a 1,869 Unicas, lo que implicaría la inclusión de unas 3,500 nuevas personas de zonas rurales, siempre de la mano de entidades aliadas que pueden ser instituciones privadas o asociaciones civiles con presencia y actividades en dichas zonas.
 
¿De qué manera han segmentado a la población a la que se dirigen con este programa?
 
El Prider tiene como objetivo principal brindar atención a las comunidades rurales que participan en actividades productivas o comerciales, incluso aquellas de subsistencia, o que presentan bajos niveles de productividad y competitividad. 
 
Además, se enfoca en generar un impacto positivo preferentemente en las regiones que se encuentran por debajo del promedio en el índice de inclusión financiera establecido por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Este impacto positivo se refleja de manera cotidiana, tanto en el crecimiento constante del programa como en situaciones inesperadas, como fue el caso de la pandemia. 
 
Frente a un escenario único e incierto, es evidente que las Unica no estaban preparadas, al igual que muchas otras organizaciones de base. Sin embargo, demostraron una notable capacidad de adaptación, continuaron operando sin interrupciones y brindaron un apoyo financiero crucial a las familias que forman parte de las Unica. 
 
Las Unica utilizaron su capital social para hacer frente a gastos de salud y siguieron gestionando préstamos, lo que representó una fuente de liquidez esencial en un momento de inmovilidad social y económica. 
 
En este sentido, se podría afirmar que las Unica desempeñaron un papel fundamental en esta difícil coyuntura. Las Unica salvaron vidas.
 
¿Por qué considera que es importante avanzar en inclusión financiera?
 
Es prioritario mantener el enfoque en la inclusión financiera y el desarrollo económico en las zonas rurales del Perú dado que la autonomía financiera ayuda a asegurar la sostenibilidad de los emprendimientos rurales y a reducir los niveles de pobreza. 
 
La falta de acceso a un financiamiento adecuado y a herramientas financieras para invertir en mejoras tecnológicas, adquirir insumos o expandir las actividades comerciales puede resultar en una disminución de la productividad y competitividad de los emprendimientos rurales. 
 
Esta circunstancia afecta directamente la capacidad de generar ingresos sostenibles y mejorar la calidad de vida de la población rural. Además, la carencia de acceso a servicios financieros y medidas de resiliencia económica dificulta la capacidad de los emprendedores rurales para afrontar situaciones de emergencia y recuperarse eficazmente, prolongando la pobreza y limitando su desarrollo.
 
¿De qué manera la inclusión financiera puede favorecer el crecimiento económico de las zonas rurales?
 
La inclusión financiera aunada a una mejora en el nivel de alfabetización financiera de la población rural, a través de la provisión de asesoría técnica y la promoción de una cultura de ahorro y crédito, puede fomentar la creación y fortalecimiento de emprendimientos, los mismos que contribuyen con el crecimiento económico. 
 
 
 
 
Con ello, se elevan los ingresos, las inversiones productivas y la empleabilidad de la economía local, contribuyendo con la reducción de las brechas de desigualdad al brindar a las comunidades rurales una mayor oportunidad para mejorar su bienestar. El fortalecimiento de los emprendimientos rurales y la promoción de ingresos sostenibles activa la inversión y el comercio a nivel local, fomentando así una mayor dinámica económica en las zonas rurales. 
 
Esta dinámica también favorece el surgimiento de redes colaborativas y asociaciones entre los emprendedores rurales, reforzando la capacidad de las comunidades rurales para lidiar con desafíos económicos de manera más sólida.
 
 

Programa País

 
Layseca afirma que la inclusión financiera impacta directamente en una de las áreas clave del programa país de la OCDE, que es crecimiento económico. 
 
Es por ello que avanzar en la inclusión financiera en el Perú es prioritario para lograr impactos en los ámbitos económico y social, ya que fomenta el acceso al crédito y a servicios de ahorro, lo que puede impulsar el emprendimiento y el desarrollo de micro y pequeñas empresas (mypes). 
 
Estas mypes son motores clave del crecimiento económico y la generación de empleo en el país. 
Contar con servicios financieros adecuados puede ayudar a las personas y empresas a manejar situaciones adversas, como emergencias de salud o pérdida de ingresos. 
 
De esta manera, se fortalece la resiliencia económica y se contribuye con la estabilidad financiera a largo plazo. Sin embargo, el acceso a servicios financieros no es suficiente por sí solo, por esa razón, la educación financiera es clave para garantizar que las personas tomen decisiones informadas y responsables sobre su dinero, lo que a su vez contribuye con la construcción de una base financiera sólida.
 
Los resultados del estudio de impacto que realizamos del Prider demuestran que las Unica reducen la exposición a shocks externos y mejoran las condiciones de vivienda, aspectos relacionados con la pobreza multidimensional. 
 
Además, se observó que las Unica promueven la especialización en actividades agrícolas entre los hogares más pobres, lo que sugiere que brindan oportunidades para aprovechar ventajas comparativas o preferencias específicas. 
También se favorece el empoderamiento económico de las mujeres, aumentando su acceso al crédito y su participación en el mercado laboral.
 

 
 
“Muchas de nuestras socias nos dicen que, en unos años, gracias al apoyo que vienen teniendo del Prider, quieren ser empresarias o manejar sus propios negocios, o cumplir sueños tan esenciales como terminar de construir sus casas”, dijo.
 
 

Datos 

 
– El Programa Inclusivo de Desarrollo Empresarial Rural (Prider), fue creado por Cofide en el 2005.
 
– Ha brindado conocimientos financieros a 20,000 personas en 14 regiones del país en todo su tiempo de vigencia. 
 
– Este programa ha permitido que los pobladores de zonas rurales, donde la oferta financiera formal no existe o es muy baja, construyan un capital social que supera los 50 millones de soles en ahorros.
 
– Esos recursos les han permitido generar microcréditos por más de 350 millones de soles, en los más de 17 años de funcionamiento del programa.
 
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