Desarrollo: la propiedad intelectual ayuda a generar valor económico en los países
Patentes pueden tener significativa relevancia para las universidades, además de preservar tradiciones
Por William Rios Rosales de Agencia Andina
En el Perú, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) desempeña un papel crucial en la defensa y la promoción de los derechos colectivos de los pueblos indígenas sobre sus conocimientos vinculados a los recursos biológicos.
En primer lugar, mediante la Dirección de Invenciones y Nuevas Tecnologías, es la autoridad nacional competente para la protección de los conocimientos colectivos de los pueblos indígenas vinculados a los recursos biológicos, pues tiene la responsabilidad del registro de los conocimientos colectivos, los contratos de licencia de uso y las acciones por infracción en casos de acceso y/o uso indebido de terceros.
La entidad también ejecuta diversas acciones de difusión del régimen a los beneficiarios, comunidad científica y potenciales usuarios de los conocimientos colectivos, asistencia técnica para las comunidades, para el registro de sus conocimientos colectivos, entre otras acciones, señala informe publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
Mediante las marcas, los pueblos indígenas podrían identificar sus productos y/o servicios en el mercado, permitiéndoles no solo comercializarlos de manera adecuada sino también agregarles valor, lo cual les permitirá ser más competitivos en el mercado.
Relevancia económica
En materia de patentes, obtener registros puede poseer una significativa relevancia económica para las universidades, ya que les otorgan derechos exclusivos sobre sus invenciones, permitiendo celebrar licencias o comercializar tecnologías desarrolladas por ellos, lo que les permitiría obtener ingresos o regalías, contribuyendo además con el financiamiento de la investigación en las universidades cumpliendo su misión de acuerdo con la Ley Universitaria; además, de aportar al posicionamiento de las universidades en las clasificaciones en los ámbitos nacional e internacional.
En esa línea, la Dirección de Invenciones y Nuevas Tecnologías del Indecopi dispone de los Centros de Apoyo de la Tecnología e Innovación (CATI) y los servicios brindados mediante el Programa Nacional de Invenciones (Patenta), los cuales tienen como objetivo fortalecer las capacidades de las universidades en materia de uso y aprovechamiento de la propiedad intelectual al interior de la academia, que busca mejorar la calidad de la educación y la investigación, generando oportunidades de empleo y formación para estudiantes y profesores por medio de proyectos colaborativos con empresas.
Las marcas de servicio facilitan a las universidades diferenciarse de otras, construir identidad y sentido de la pertenencia, condensar valores y consolidar su posición en el mercado. La comunidad estudiantil se beneficia porque mediante las marcas pueden identificar la casa de estudio de su preferencia.
Además, al establecer colaboraciones y transferencia tecnológica, las universidades pueden fortalecer su papel en la economía, fomentando la innovación y atrayendo inversiones.
En términos de beneficios para la comunidad universitaria, estos logros pueden mejorar la calidad de la educación y la investigación al proporcionar recursos financieros adicionales. Asimismo, pueden generar oportunidades de empleo y formación para los estudiantes y los profesores por medio de proyectos colaborativos con empresas.
Comunidades nativas
Los registros, por sí mismos, no generan impacto económico en las comunidades nativas, ya que los pueblos indígenas tienen derechos sobre sus conocimientos colectivos vinculados a los usos, características y/o propiedades de los recursos biológicos, sin necesidad de que estén registrados ante el Indecopi.
El principal objetivo de los registros es preservar el conocimiento tradicional frente a una posible pérdida.
El beneficio económico que una comunidad puede obtener a partir de sus conocimientos colectivos, en el marco de lo dispuesto en la Ley N° 27811, es a partir de la suscripción de contratos de licencia por el uso comercial de un producto desarrollado con base en uno o varios de sus conocimientos colectivos, lo que les posibilitará recibir beneficios monetarios y no monetarios.
Las comunidades también podrán obtener beneficios económicos de sus conocimientos colectivos a partir de la gestión comercial de productos desarrollados a base a los mismos.
En el caso de la comunidad nativa Chirikyacu, el registro de sus conocimientos colectivos, como ya se indicó, permite preservar el conocimiento que de forma tradicional es transmitido de manera oral y que puede perderse en cualquier momento si las prácticas tradicionales para su transmisión desaparecen, por lo que el registro les facilita no solo documentar dichos conocimientos, sino también volver a ellos cuando sea necesario, permitiendo la continuidad de su uso, manteniendo así sus prácticas y cosmovisión tradicional y, de ser el caso, puede ser también utilizado de manera comercial por parte de terceros, los que deberán pagar a las comunidades las regalías establecidas por la norma.
Universidades
Por otro lado, la celebración del aniversario de la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad Nacional de San Martín (UNSM) puede ser una oportunidad para destacar los logros en propiedad intelectual e industrial de la universidad. Las universidades pueden organizar eventos, seminarios y exposiciones que muestren los proyectos exitosos, patentes, marcas y tecnologías desarrolladas en su entorno. Esto no solo atraerá la atención de la comunidad académica, sino también de inversores, empresas y posibles socios.
Además, las universidades pueden presentar casos de éxito y testimonios de emprendedores y empresarios que hayan colaborado con la institución en la transferencia de tecnología y propiedad intelectual. Esto puede demostrar el valor económico y social de la innovación universitaria, atrayendo inversión, colaboraciones y posibles fuentes de financiamiento.
La colaboración entre la UNSM y la comunidad nativa Chirikyacu puede generar oportunidades, cumpliendo, ante todo, con las disposiciones establecidas en la Ley N° 27811.
En caso la universidad, para cualquier fin, quiera acceder a un conocimiento colectivo de cualquier comunidad nativa, deberá en, primer lugar, solicitar el consentimiento informado previo de la comunidad para acceder al mismo, y en caso vaya a desarrollar un producto comercial desarrollado con base en un conocimiento colectivo deberá suscribir un contrato de licencia por el uso del conocimiento colectivo con la comunidad y pagar las regalías establecidas por la norma, además por desarrollar acciones que contribuyan al fortalecimiento de las capacidades de la misma, entre otras obligaciones señaladas por la ley.
De concretarse los acuerdos de licencia de uso, los beneficios que se obtendrán no solo serán para la comunidad y la universidad, sino también impactará a escala local por los puestos de trabajo que se pudieran generar.
Además, las capacitaciones conjuntas en diversos temas pueden permitir que la comunidad desarrolle habilidades en las áreas de gestión empresarial, propiedad intelectual y desarrollo sostenible, permitiéndole tomar decisiones informadas y aprovechar las oportunidades económicas que se le presenten.
Entrega de registros
Las marcas, patentes y registros de conocimientos colectivos son herramientas de propiedad intelectual que impulsa el Indecopi en la región San Martín, para promover el crecimiento económico.
Por tal motivo, la presidenta ejecutiva de Indecopi, Karin Cáceres Durango, entregó la semana pasada diferentes registros a la comunidad nativa Chirikyacu y a la Universidad Nacional de San Martín.
A la comunidad nativa Chirikyacu, perteneciente al pueblo kichwa de la provincia de Lamas, le entregó 59 títulos de conocimientos colectivos. Como se sabe, el Indecopi registra y protege los conocimientos que las comunidades nativas han transmitido de generación en generación sobre los usos de las plantas y animales de su entorno, con fines medicinales, cosméticos, construcción, entre otros.
“Estos conocimientos son la esencia de su cultura, la sabiduría transmitida de generación en generación, la conexión profunda con la naturaleza que han cultivado y perfeccionado durante siglos”, expresó la presidenta del Indecopi.
Cáceres agregó que no solo se busca preservar y proteger estos conocimientos, sino también asegurar que los miembros de la comunidad continúen usándolos, enseñándolos a las futuras generaciones, y manteniendo viva la capacidad de observar y aprender de la naturaleza. Además, la Ley N° 27811 reconoce sus derechos sobre sus conocimientos y si alguien ajeno a la comunidad desea utilizarlos, debe solicitar su permiso y compartir los beneficios.
Previamente, la titular del Indecopi entregó tres certificados de patentes y 11 registros de marcas a la Universidad Nacional de San Martín (UNSM), destacando que las marcas y las patentes son el reflejo de la creatividad, la innovación y el arduo trabajo que innovadores e investigadores realizan día a día en esta casa de estudios superiores.
Las marcas otorgadas identificarán a los servicios que se brindan por intermedio de diferentes facultades de la UNSM, mientras que los registros de patentes son sobre tres invenciones efectuadas en esta casa superior de estudios.
Detalles
Las universidades pueden acceder a diversas fuentes de financiamiento para respaldar iniciativas relacionadas con propiedad intelectual y desarrollo tecnológico. Estas fuentes podrían incluir:
– Subvenciones gubernamentales: los gobiernos pueden ofrecer financiamiento para proyectos de investigación, y desarrollo.
– Fondos de investigación: instituciones nacionales e internacionales ofrecen fondos para investigaciones y proyectos innovadores.
– Colaboraciones con la industria: empresas interesadas en la tecnología y el conocimiento de la universidad pueden proporcionar financiamiento a cambio de licencias o colaboraciones.
– Inversión de capital riesgo: inversionistas pueden invertir en startups universitarias y proyectos tecnológicos.
– Fundaciones y organizaciones sin fines de lucro: muchas organizaciones apoyan iniciativas de investigación y desarrollo sostenible.
– Programas de transferencia tecnológica: algunas universidades tienen programas para comercializar tecnologías y compartir los ingresos con los investigadores.
– Programas de desarrollo sostenible: organismos internacionales ofrecen financiamiento para proyectos que promueven el desarrollo económico sostenible.
– El registro de marcas de certificación: si bien no son una fuente de financiamiento externa, permiten generar recursos a la institución. Por ejemplo, certificar la calidad u otras características de ciertos productos o servicios, a cambio de una retribución económica.
– Los conocimientos colectivos son protegidos por el Estado desde agosto del 2002 al promulgarse la Ley N° 27811, que establece un régimen específico de propiedad intelectual