Emprendedoras crean productos a base de carne de cuy para luchar contra la anemia
También contribuyen a reducir la desnutrición crónica infantil
Por William Rios Rosales de Agencia Andina
En medio de la lucha contra la anemia y la desnutrición crónica infantil, surge una figura inspiradora que encarna pasión, determinación y el deseo de impactar positivamente en la vida de las personas.
Lissette Yllanes Nauca, junto con la Asociación de Mujeres Investigadores, Inventores e Innovadores Peruanas, lidera una cruzada que no solo busca combatir dos de los problemas más apremiantes en el Perú, sino que también se enfoca en la creación de soluciones innovadoras y nutritivas.
El viaje de nuestra emprendedora comenzó hace más de una década, cuando, enfrentando obstáculos iniciales, fundó su propia empresa de tecnología especializada en aplicaciones para la educación, pero su visión trascendió el ámbito empresarial y se convirtió en una misión para mejorar la salud de su sobrina, quien luchaba contra la leucemia y requería una dieta rica en proteínas y alimentos que fortalecieran su sistema inmunológico. Sin embargo, consumir carne de cuy, aunque sea altamente nutritiva, no era de su agrado.
Tesis doctoral
Este desafío personal impulsó a Lissette a emprender una investigación que se convirtió finalmente en su tesis doctoral. Ella se dio cuenta de que la carne de cuy tenía un alto potencial nutricional, pero necesitaba encontrar un modo de presentarla de manera atractiva y deliciosa, especialmente para los pacientes con cáncer, señala en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
En su búsqueda de soluciones, Lissette reunió a un equipo multidisciplinario de amigas investigadoras, que incluía químicos, farmacéuticos, enfermeras, nutricionistas, médicos pediatras, obstetras y profesoras.
Así nació la Asociación de Mujeres Investigadores, Inventores e Innovadoras Peruanas. El equipo se sumergió en una intensa investigación para desarrollar productos a base de carne de cuy, con un enfoque en mantener y potenciar sus beneficios nutricionales. Su propósito no solo era crear alimentos saludables, sino también hacerlo de manera sostenible.
La asociación se formalizó junto con la empresa y se alió con el Centro de Innovación Productiva y Transferencia Tecnológica (Cite) Agroindustrial Ambo. Los Cite desempeñaron un papel fundamental al proporcionar soporte técnico y tecnológico, lo que permitió a la asociación avanzar en la formulación y liofilización de productos a base de carne de cuy.
Proceso
La liofilización, un proceso de ultracongelación, se elige por su capacidad para conservar nutrientes y proteínas durante un tiempo prolongado, algo crucial para productos destinados a mejorar la salud. El trabajo de la asociación también implicó una colaboración con algunas universidades peruanas, que proporcionó acceso a equipos de liofilización para realizar experimentos.
En paralelo, se realizaron investigaciones científicas rigurosas, y la asociación obtuvo la aprobación del Comité de Ética para llevar a cabo pruebas en pacientes con anemia, específicamente en el Hospital Materno-Infantil Carlos Showing Ferrari. Este paso permitió a la asociación demostrar la efectividad de sus productos en la mejora de los niveles de hemoglobina en niños con anemia.
El resultado de estos esfuerzos fue Chocuy, una marca que ofrece productos a base de carne de cuy, como barritas energéticas, chocolates y gomitas, todos diseñados para ser deliciosos y nutritivos.
Chocuy no solo se ha convertido en una realidad exitosa en el Perú, sino que también ha llamado la atención de otros países. Ha ganado premios en competencias internacionales y ha captado el interés de mercados de México, Bolivia, Argentina y Corea del Sur.
Creación de asociaciones
El impacto va más allá de la economía; Chocuy está abriendo un nicho de mercado para los productores de cuy a escala nacional. Lissette y su equipo crean asociaciones con productores agropecuarios, lo que no solo promueve una economía circular, sino también ayuda a combatir contra la anemia y la desnutrición en el Perú y en el mundo.
El camino de Lissette es una historia de resiliencia, innovación y determinación. En solo unos años ha pasado de investigadora a líder emprendedora, y su legado es la mejora de la salud de los niños en todo el mundo. Su visión de un mundo más saludable y nutricionalmente sostenible es un faro de esperanza, demostrando que un pequeño cambio puede tener un impacto monumental en la vida de las personas y en la sociedad en su conjunto.
Lissette y su equipo son heroínas que transformaron la carne de cuy en una herramienta para combatir la anemia y la desnutrición crónica infantil, marcando el camino hacia un futuro más saludable para todos.