Se podría incentivar a las microfinanzas para ayudar a la reactivación de los sectores que han sido más golpeados desde la pandemia, consideró el profesor asociado de ESAN, Jorge Guillén.
Esta medida reduciría la informalidad y permitiría la recuperación del empleo, anotó.
Indicó que el Perú necesita crecer a más de 4% para generar empleo para la nueva Población Económicamente Activa (PEA), pero este potencial crecimiento no va a ser alcanzado en el 2023.
En ese sentido, consideró imperiosa la necesidad de fomentar un canal del crédito para las pequeñas y medianas empresas, las cuales no tienen un monto muy alto como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI), pero son las que mayor empleo generan en la economía.
Según refirió, el 2020 la economía peruana fue la que más cayó en la región, la informalidad se elevó y los estímulos de oferta a través de Reactiva Perú llegó solo al sector corporativo.
“No se debe restar importancia a las pymes y mypes y por ende las microfinanzas que son el canal de financiamiento de las empresas más pequeñas”, acotó.
A modo de ejemplo, manifestó que lo que nos ha permitido diferenciarnos de Chile, cuyo modelo de mercado está revisando, son las clases emprendedoras.
“Este punto es crucial para generar bienestar en la población. En el 2021, fuimos una de las economías que más rebotó y ello fue por la reactivación de las pequeñas y medianas empresas”, aseveró.
Guillén sostuvo que, de acuerdo al INEI, tenemos más de 2 millones de microempresas formales que representan más del 90% del total de empresas del mercado peruano y que generan alrededor de 8 millones de empleos.
La PEA peruana es de aproximadamente 17 millones de formales e informales, y las pequeñas empresas sostendrían a la mitad de la fuerza laboral peruana, puntualizó.
Recordó que nos encontramos en un contexto de fuerte desaceleración económica mundial sumado a presiones inflacionarias.