La silla turca: el mercado sub prime

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Cada vez es mayor la presión que ejerce la SBS sobre las entidades financieras supervisadas. Las entidades financieras tienen menos discrecionalidad sobre el otorgamiento de créditos. Las visitas de la SBS a los bancos y los instrumentos de control que utilizan, son prácticas muy exigentes y que han hecho que las entidades supervisadas tengan en general una buena salud en cuanto a solidez, solvencia y liquidez.

Hace unos años era muy común la existencia de diferentes apetitos de riesgo por cada entidad financiera, por lo que también era factible que atendieran operaciones con riesgos crediticios mayores y distintos. Hoy por hoy, la solicitud de crédito que no se aprueba en una institución crediticia, es probable que no pase en ninguna otra. Hay mayor uniformidad en el criterio de riesgo.

En ese sentido, la existencia de un mercado subprime es creciente. Es un mercado de operaciones y empresas que tiene requerimientos de créditos, pero que no puede ser atendido en el sistema tradicional:

  1. Empresas con heridas de guerra (con alguna mala calificación crediticia)
    1. Accionistas con experiencia que inician un negocio nuevo
    2. Empresas con topes en sus líneas de crédito en el sistema
    3. Empresas pequeñas

A diferencia del sistema financiero tradicional en que se evalúa de manera histórica la existencia de la generación de un negocio de un flujo certero -lo que comúnmente se llamaba la bondad del negocio y que la garantía es un colateral (no definitorio)-, hay un mercado emergente: mercado subprime que le da valor la garantía y en menor grado a la generación,

Este mercado subprime está conformado tanto por las empresas que requieren este tipo de operaciones (en la parte de la demanda), como por las entidades financieras supervisadas o no, que están interesadas en financiar este tipo de operaciones (en la oferta: financieras, fondos de inversión privada, empresas de factoring, etc.)

Este mercado Subprime está interesado en financiar:

  1. Capital de trabajo para proyectos, para reperfilamiento de deuda, etc.
  2. Flujos y cesiones
  3. Operaciones de factoring y de confirming

En los dos primeros casos invariablemente, las empresas que financian buscan como respaldo una garantía real (de preferencia una garantía muy liquida), libre de gravámenes y/o utilizan mecanismos como fideicomisos (de garantías o de flujos) que permiten darle mayor viabilidad a la operación.

En el caso del financiamiento de ventas se ha reglamentado y cada vez es de mayor el uso instrumentos como el factoring y confirming: hoy se negocian (entre entidades supervisadas y no supervisadas) más de 3mil facturas diarias con un desembolso día calendario de S/80MM, según cifras de Cavali.

El factoring permite monetizar rápidamente las cuentas por cobrar. El procedimiento ayuda a que empresas pequeñas y medianas (sin ningún historial crediticio) que son proveedores de empresas grandes y corporativas, puedan obtener liquidez para continuar su operación. Las empresas de factoring o factor, están dispuestas a financiar estas facturas.

Es cierto que las empresas pagadoras (las empresas compradoras de estas empresas pequeñas y medianas) deben estar predispuestas a colaborar con el proceso de factoring: que incluye la conformidad y aceptación a través de la plataforma Cavali/Sunat.

Este mecanismo permite que la factura se convierta en un título valor con mérito ejecutivo, que le da finalmente la certeza a la empresa factor de contar con un elemento efectivo en caso de no pago, luego de financiar la operación.

No solo hay una tendencia a que las empresas incorporen áreas de confirmación de facturas (p.e. hasta SPCC tiene la suya, siendo una de las principales empresas del Perú) sino que también a través de la Ley de factoring se han implementado los mecanismos de presión, como multas o reglamentos restrictivos del uso del IGV de compra, sino se confirman las facturas en camino de ser financiadas por alguna empresa de factoring (o factor).

Tasas de interés en el mercado Subprime se han mantenido a pesar del incremento de las tasas en el sistema tradicional. En los últimos meses las tasas de interés en el mercado se han elevado. Regularmente estamos viendo que la propuesta de los bancos para la captación de fondos viene remunerándose con tasas de hasta 8.25% en la banca personal. Como mecanismo de arrastre en las Bancas de negocio, empresa y corporativa, también se han elevado las tasas activas haciendo que las tasas de bancarias se asemejen mucho a las que ofrecen las empresas de factoring y las financieras. Evidentemente las empresas van a estar más predispuestas a sacrificar el costo financiero buscado la prontitud que ofrece el mercado Subprime.

En escenarios de mayor incertidumbre política, como el actual, las entidades financieras reguladas van a estar menos predispuestas a participar en operaciones de mediano y largo plazo. Nuevamente, aunque les da mayor estrés financiero a los proyectos por el mayor costo del dinero, el mercado Subprime vuelve a ser una opción a no dejar de ver en tiempos que aun las aguas están revueltas.

En la situación actual la oferta de las entidades del mercado subprime son una opción súper interesante para evaluar.

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