Sepa cómo prevenir el fraude desde las fintech
En la actualidad, la gran mayoría de usuarios realizan sus operaciones financieras mediante el uso de aplicativos móviles y páginas web con el fin de mantenerse en sus casas y no exponerse al riesgo de contagiarse de covid-19.
De esta manera, tanto los aplicativos de bancos y las fintech ayudan a los usuarios en las operaciones de crédito, cambio de dinero, transferencias, pago de servicios, entre otros. Esto ha sido muy favorable para la inclusión financiera pero también ha desencadenado una serie de casos de fraude y/o otros crímenes cibernéticos.
“Según la Divindat, el año pasado se registraron 3,012 casos a nivel nacional, un promedio de 250 denuncias mensuales. Esto generó que haya cierta desconfianza al momento de usar estas plataformas que registran tanto datos personales como económicos”, sostuvo el cofundador de Kambista, Paulo Valdiviezo.
El consultor financiero aseguró que las fintech deberán reforzar sus plataformas con sistemas automatizados que protejan la identidad y datos de los usuarios y sugiere tres métodos.
Sistema de validación de identidad biométrica.
Con esta tecnología, se contrasta si el documento registrado por el cliente es consistente con su biometría facial, reduciendo la filtración de estafadores y mejorando los estándares de conocimiento de clientes (KYC).
Proceso de conocimiento del cliente 100% Digital (eKYC).
Además de validar la identidad del cliente, es primordial confirmar su actividad económica y el origen de los fondos de sus operaciones. Esto permite tener un conocimiento del usuario de manera objetiva, concisa y en cumplimiento de la regulación financiera emitida por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFPs (SBS).
Restricción de transferencias a cuentas de terceros.
Toda operación sólo debe ser ejecutada por el cliente entre cuentas de su propiedad y no la de terceros. Esta política mitiga el riesgo por ocultamiento de fondos ilícitos o de dudosa procedencia, vía múltiples operaciones de cambio de divisas.
Según Valdiviezo, las empresas dedicadas a la intermediación financiera necesitan reforzar los procesos de validación de identidad y conocimiento del cliente, a través de recursos tecnológicos, para alcanzar los estándares que las instituciones reguladoras esperan y elevar los estándares de seguridad a niveles de clase mundial.